Una dieta saludable reduce la discapacidad en las personas con EM
Un nuevo estudio demuestra que una dieta rica en cereales integrales, fruta, verduras y legumbres puede reducir la discapacidad y la depresión, así como mejorar los síntomas de la EM.
Last updated: 26th January 2018
Con frecuencia, las personas con EM desean encontrar la manera de influir sobre el curso de su enfermedad y los síntomas, y los cambios en la alimentación son de especial interés para ellas.
Aunque varios estudios han analizado la relación entre la alimentación y los síntomas de EM, muchos son pequeños y se han centrado en determinados nutrientes o grupos de alimentos.
En un estudio reciente de Estados Unidos publicado en la revista Neurology, los investigadores analizaron la relación entre la alimentación, la discapacidad y la gravedad de los síntomas en las personas con EM.
En la investigación se encuestó a 6989 personas con EM inscritas en una base de datos de pacientes de gran tamaño: el registro del Comité de Investigación de Norteamérica (NARCOMS) de EM. En esta encuesta, los investigadores hicieron a los participantes preguntas sobre la ingesta alimenticia, la actividad física, si eran fumadores, el índice de masa corporal (IMC) y cualquier otro antecedente relacionado con la alimentación.
Menor discapacidad
Los resultados demostraron que las personas con una dieta más saludable (con alto consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y bajo consumo de azúcares añadidos y carne roja o procesada) presentaban alrededor de un 20 % menos de probabilidades de sufrir niveles altos de discapacidad y depresión grave que las personas con una dieta menos saludable. Concretamente, un mayor consumo de cereales integrales y productos lácteos se asoció a una menor discapacidad, así como los esfuerzos actuales o pasados por perder peso.
Los resultados del estudio indican que algunas dietas, como la dieta sin gluten y la dieta de Wahls, guardan relación con un mayor nivel de discapacidad. Sin embargo, esto podría ser consecuencia del hecho de que había más gente con EM progresiva que seguían esta dieta o la había probado.
La exposición a una dieta para bajar de peso se relacionó con una menor discapacidad, mientras que la exposición a otras dietas más específicas no se asoció con una reducción o un aumento de la discapacidad. No se halló relación alguna entre la dieta y la fatiga, el dolor o los síntomas cognitivos. No obstante, llevar una vida sana (como hacer ejercicio, tener un IMC inferior a 25 y no fumar) se asoció con un porcentaje más bajo de probabilidades de sufrir depresión aguda, dolor, fatiga y problemas cognitivos, así como una menor discapacidad.
Los investigadores no encontraron relación alguna entre las dietas saludables o poco saludables y los índices de recaída o la gravedad de los síntomas de la EM.
Este estudio se centró en la dieta alimenticia y los hábitos de vida en un periodo determinado de tiempo, en lugar de hacer un seguimiento tras cambiar la dieta o los hábitos. Por tanto, no es posible aclarar si las diferencias en la discapacidad y los síntomas se debieron a los hábitos de vida, o si la relación es a la inversa. Es posible que los síntomas graves de EM afecten a la capacidad de la persona para llevar una vida más saludable.
Son necesarios estudios a largo plazo para confirmar e investigar estos resultados. La Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple en Estados Unidos (USA National MS Society) también financia en la actualidad un ensayo clínico que estudia los efectos de las dietas de Wahls y Swank sobre la fatiga en personas con EM.
No se sabe si las dietas pueden provocar cambios en los síntomas o cómo pueden hacerlo. Se sabe que la alimentación afecta al sistema inmune y a la flora intestinal, y se necesitan más estudios para investigar los mecanismos mediante los cuales la dieta se asocia a la discapacidad y/o la gravedad de los síntomas.
Agradecimiento a MS Research Australia – proveedor principal de resúmenes de investigación en nuestro sitio web