Las alteraciones en la médula espinal y la retina están relacionadas con la discapacidad
Un estudio respalda la idea de que los mecanismos de lesión de tejidos en la EM difieren en función del tipo de EM
Last updated: 13th February 2015
Los problemas en cuanto a la capacidad de ver y caminar, relacionados con las lesiones en el nervio óptico y en la médula espinal, son algunos de los síntomas más comunes de la EM.
Diversos estudios han apuntado a la posibilidad de una relación específica entre la disfunción de los nervios ópticos y de la médula espinal en la EM.
Unos investigadores de la clínica de EM Johns Hopkins de Baltimore (EE.UU.) estudiaron la relación entre la disfunción de la médula espinal, las capas de la retina y la disfunción clínica en la EM.
Su estudio incluyó a 62 personas con EM recurrente-remitente, 24 con EM secundaria progresiva y 12 con EM primaria progresiva. Todos los pacientes se sometieron a una tomografía de coherencia óptica (TCO) y a una resonancia magnética del cerebro y de la médula cervical (IRM). La TCO es una prueba de imagen no invasiva que utiliza ondas de luz para tomar imágenes de la retina.
Correlaciones
El equipo encontró una serie de correlaciones entre las alteraciones de la médula espinal observadas en la IRM y ciertas capas específicas de la retina en pacientes con EM, lo que sugiere que existen procesos patológicos clínicamente relevantes que se producen en la médula espinal y en la retina y que difieren de los que suceden en el cerebro.
Además, los investigadores encontraron correlaciones aún más contundentes entre la médula espinal y la retina en pacientes con formas progresivas, lo que respalda la idea de que los mecanismos de lesión de tejidos en la EM pueden diferir en función del tipo de EM.
Es necesaria la realización de más estudios con muestras más amplias de pacientes con EM, así como de controles sanos, a lo largo de un periodo de tiempo, con el fin de confirmar estos hallazgos y de evaluar cuál es la relación existente entre la combinación de medidas de la médula espinal, la retina y el cerebro, y la progresión de la discapacidad clínica.
Con la confirmación de estos estudios, este enfoque no solo podría ser de una enorme utilidad clínica, sino que podría también ayudarnos a comprender mejor cómo evoluciona la EM.